domingo, 13 de septiembre de 2015

Consejos para manejar

Hace una prueba. Preguntele a tus amigos, familiares o conocidos cómo conducen. O directamente comprometelos a que reconozcan que lo hacen mal. Lo cierto es que nadie te lo reconocerá y que todo el mundo cree saber conducir como un corredor de fórmula 1. 
Pocos conductores reconocen que conducen mal, que tienen deficiencias y que deberían apuntarse, por ejemplo, a algún curso de manejo. Y es que ponerse al volante de un automóvil requiere actitud, aptitud, paciencia, ciertos conocimientos técnicos y legales y, sobre todo, grandes dosis de sentido común. 
Consejos para ser la mejor al volante 

1. Posición 

Para conducir bien hay que empezar por el principio: sentarse bien al volante. Tomate un minuto y ganá seguridad. Con la espalda bien pegada al respaldo, estirá completamente un brazo, sin separar el hombro del respaldo. Este tiene que quedar estirado justo por encima del aro del volante. 
La mano debe quedar por detrás y la muñeca justo encima del aro del volante. Las piernas deben quedar algo flexionadas para llegar bien a todos los pedales. Reguá bien los espejos retrovisores y abrochate el cinturón de seguridad. Recordá: la posición correcta de las manos en el volante es la de las "tres menos cuarto" de las agujas de un reloj, con los dedos pulgares apoyados sobre los radios del volante. La mayoría tienen ya unas hendiduras diseñadas para ello. 

2. Vista 

Hay que educar la vista para mirar a lo lejos y anticiparse a todo lo que pueda suceder por delante. Esto es importante en las autopistas, donde la velocidad es elevada. Por ejemplo, para detectar frenazos o las típicas retenciones. 
También hay que prestar atención a la posible incorporación repentina de vehículos a la ruta como camiones, tractores o bicicletas. No hay que fiarse jamás de lo que no se ve con los propios ojos. Y adecuar siempre la velocidad a lo que se pueda ver y desconfiar de las curvas con poca o nula visibilidad. 

3. Frenado 

La mayoría de los autos nuevos, incluyen el freno de ABS. El principio es muy simple: con las ruedas bloqueadas el coche no tiene dirección. Por lo tanto, el ABS impide que las ruedas delanteras se bloqueen por fuerte que sea la frenada. De este modo, frenar para estacionar o en un semáforo en ciudad es muy fácil. Todos sabemos hacerlo. Pero… frenar a 120 km/h para evitar un choque ya es otra cosa. Pocos conductores frenan bien en esas circunstancias. 
Para detener el coche, en caso de posible colisión, sólo hay que hacer dos cosas, pero hacerlas bien: frenar muy fuerte, como si tuviéramos que romper el pedal y dirigir el auto con el volante hacia un sitio seguro. Hay que olvidarse de todo lo demás (cambio, embrague o acelerador) si queremos detenernos bien. 

4. Distracciones 

Este punto requiere la aplicación de mucho sentido común. Los accidentes más graves a menudo son consecuencia de una distracción. Es por eso que hay que evitarlas y no manipular ningún elemento o dispositivo como el celular, el lápiz labial o hasta incluso un cigarrillo, mientras se conduce. 
Se recomienda no hablar por teléfono al manejar, ni siquiera usando el accesorio de manos libres que traen muchos smartphones. Es preferible evitar todo tipo de conversaciones, ya que una discusión acalorada por teléfono puede tener al volante consecuencias nefastas. 

5. Distancia 

Mantener la distancia de seguridad es vital para evitar frenadas brucas y facilitar los adelantamientos de los coches que vienen por detrás y que van a un ritmo superior. Sobre todo en vías rápidas. Además, siempre hay que adaptar la velocidad a las condiciones climáticas. 

6. Curvas 

En las autopistas, circulando plácidamente en línea recta, todo es más fácil, y por algo son las vías más seguras. Ahora bien, a la hora de tomar una curva en una ruta, la cuestión es un poco más complicada. Antes de entrar en esta hay que tener el trabajo hecho. Primero se frena -siempre con el coche recto- y después se reduce. A continuación, se gira ya con las dos manos en el volante. En toda curva, una vez que la tenemos delante, hay que imaginar un punto de entrada para iniciar el giro, un punto ideal de contacto en el interior de la curva y una zona para empezar a acelerar, a la salida, al tiempo que deshacemos el giro del volante. 

7. Neumáticos 

En Europa, más del 60% de los accidentes que se producen por fallos mecánicos se deben al mal estado de los neumáticos. Son el único punto de contacto entre el automóvil y el asfalto. A través de ellos se transmite la potencia del motor y también la potencia de frenado. Además, participan en la suspensión y dirección del vehículo, liberan calor de los frenos y el dibujo tiene que ser capaz de evacuar el agua que se acumula entre el neumático y la ruta cuando llueve. Es responsabilidad del conductor mantenerlos en buen estado. 

8. Conocimientos técnicos 

Aunque se puede conducir un automóvil sin saber dónde tiene el motor, los conocimientos técnicos ayudan mucho a entender su comportamiento. 
Básicamente, un auto es una mole metálica de unos 1.500 kilo de peso sometida a las leyes de la física. Así, al acelerar el peso se va hacia atrás y al frenar se concentra en la parte delantera. Eso se llama desplazamiento de masas. Y su peso genera inercias al abordar una curva. Por tanto, cuanto más peso, más inercia. Es vital conocer características como el peso del coche y el tipo de tracción. 

9. Nociones generales 

Gracias a los fabricantes, los automóviles actuales son infinitamente más seguros que hace tan solo una década. Y la seguridad, tanto pasiva como activa, tiene que ver con las numerosas ayudas a la conducción cada vez más presentes en el equipamiento de serie. 
Por tanto, es fundamental que el conductor sepa cómo funcionan los accesorios y dispositivos de seguridad y de manejo que traen los nuevos modelos. Así podrá aprovechar al máximo los beneficios de cada marca. 

10. Ecología 

Gastar menos combustible también es, por supuesto, ser un buen conductor. Hay que comprobar la presión de los neumáticos regularmente. Después de arrancar, ponerse en marcha enseguida suavemente, sin acelerar de manera brusca. 
Hay que procurar utilizar marchas largas, sin sobrepasar el régimen de par motor. En los semáforos, acelerar gradualmente y subir de marchas con rapidez. Si el coche lo tiene, hay que utilizar siempre el sistema Start & Stop de parada y arranque automático. Y mucha moderación con el aire acondicionado. Todo esto suma cuando se quiere cuidar el medio ambiente.

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