El estrés es siempre visto como algo negativo; sin embargo, también puede servirnos como motivación. En el trabajo, por ejemplo, podemos convertir esa tensión en combustible para superarnos y alcanzar metas. Aquí te decimos cómo hacer este cambio para lograr el éxito:
- Úsalo para superarte
Transforma esa sensación de que todo te supera en ganas de ser tú quien supera los retos. No temas aceptar proyectos y confía en tus cualidades para llevarlos a cabo. Enfoca tu emoción en el trabajo y recompénsate cada vez que algo sale bien.
- No dejes que te maneje
La mejor forma de lidiar con el estrés es impidiendo que se apodere de tu mente. Por ejemplo, si sabes que no cumplir con una tarea a tiempo te genera angustia, concéntrate en terminarla para así evitar que tu nivel de estrés se dispare y afecte el resto de tus actividades.
- Organízate bien
Con el paso de las horas, tus niveles de energía disminuyen y empieza a aparecer el estrés al sentir que no estás rindiendo lo suficiente. Determina cuál es el momento del día en el cual trabajas mejor y empléalo para hacer las tareas más difíciles o importantes.
- Comparte con los demás
Una vez que conviertes el estrés en adrenalina, es momento de contagiar a los demás con la buena vibra. Usa esa energía para motivar a tu equipo, proponerles proyectos y hacerlos partícipes de tus actividades.
- Aprende a aceptar
No todo va a salir de la forma que deseas y tienes que ser consciente de eso. Esa sensación de haber fallado puede generar estrés, sin embargo debes saber que no es culpa tuya y debes superar la traba para seguir adelante.
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