Desordenes del sueño extraños

Sufres pesadillas, caminas dormido o gritas en la noche? Los trastornos que afectan el dormir son muy molestos, pero existen algunos que nos ponen los pelos de punta. Hoy quiero mostrarte los 7 desordenes de sueño más extraños del mundo.

Narcolepsia

Quedarte dormido en todo momento y lugar, sin poder controlarlo. Eso le pasa a quienes sufren de narcolepsia, una condición que se da cuando el cerebro libera en exceso la hormona que regula el sueño y vigilia. La narcolepsia puede ser leve o severa y quienes la padecen ven su vida muy limitada, ya que pueden sufrir accidentes al caer dormidos, resultando imposible llevar a cabo tareas largas.

Síndrome de muerte súbita nocturna inesperada

¿Soñaste alguna vez que mueres o sientes mucho dolor? Para algunas personas ese sueño se hace realidad, ya que padecen del síndrome de muerte súbita nocturna inesperada. Se trata de individuos sanos que fallecen de la nada al dormir. Pero no solo dejan de respirar, sino que gritan, se sacuden y finalmente tienen un ataque cardíaco que los mata. El síndrome de muerte súbita nocturna inesperada suele darse en hombres asiáticos, pero es sumamente inusual

Sexomnia

El tener sexo por las noches es de lo más común, pero cuando lo haces dormido pasa a ser extraño. Eso le pasa a los que tienen sexomnia, una especie de sonambulismo en que la persona mantiene relaciones sexuales en vez de caminar o hablar. La sexomnia es bastante complicada, ya que la persona parece despierta y en pleno funcionamiento sexual, ya sea masturbándose o teniendo relaciones.

Síndrome de la alimentación nocturna

A todos los ha pasado despertar con hambre, pero en ciertas personas el hambre o ganas de comer se les presenta en el sueño e inconscientemente salen de la cama en búsqueda de algún alimento. El síndrome de la alimentación nocturna es considerado un desorden alimenticio y además es bastante peligroso, ya que la persona no controla lo que come. Muchos tragan carne cruda o cosas que ni siquiera sin alimentos, como papel, madera, clavos, etcétera.

Síndrome de Kleine-Levin

Conocido también como síndrome de la Bella Durmiente, se trata de un desorden muy extraño, en que personas padecen de episodios de sueño tan fuertes que pueden dormir por días o hasta semanas. Pese a que están dormidas, los pacientes con síndrome de Kleine-Levin despiertan por pequeños periodos de tiempo, pero se comportan de forma extraña: fuerte apetito, berrinches similares a los de un niño y un fuerte deseo sexual, para luego seguir durmiendo.

Insomnio familiar fatal

Una condición genética que te lleva a la muerte de forma bastante rara. El Insomnio Familiar Fatal, se presenta en la edad adulta cuando una persona, de un día a otro, deja de dormir. Pasan días y días sin que duerma, mientras su salud se va deteriorando a tal nivel que cae en un coma y finalmente muere. Los científicos aún no logran dar con una cura o tratamiento.

Trastorno del sueño-vigilia no 24 horas

Imagina vivir tu vida en un constante jet lag, ello pese a no cambiar nunca de zona horaria. Eso es lo que experimentan las personas con trastorno del sueño-vigilia no 24 horas. 
El nombre suena muy raro, pero quienes lo padecen van cambiando su ciclo de sueño de forma constante, adaptando al cuerpo a un horario diferente que puede durar hasta una semana, arruinando el ritmo circadiano de la persona, es decir como el cuerpo reconoce qué debe hacer en los diferentes momentos del día. 
El ciclo que en el resto de las personas dura 24 horas, en las personas con No-24, otro nombre para el trastorno, puede llegar a tener una extensión mucho mayor o menor. Este desorden se produce casi exclusivamente en gente ciega.

Parálisis del sueño

La parálisis del sueño es una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar durante el periodo de transición entre el estado de sueño y el de vigilia. Puede ocurrir en el momento de comenzar a dormir o en el de despertarse y suele acompañarse de una sensación de gran angustia. Su duración suele ser corta, generalmente entre uno y tres minutos, tras los cuales la parálisis cede espontáneamente. Durante el episodio, la persona está totalmente consciente, pero es incapaz de moverse o hablar, lo que puede provocar gran ansiedad.