Se puede poseer un alto cociente intelectual o considerarnos a nosotros mismos “inteligentes”, pero esa capacidad será malgastada si no se logra poner nuestro enfoque y concentración sobre determinada actividad y concentrarnos en ella hasta terminarla y no distraernos con “estímulos externos”.
La capacidad de concentración puede ser desarrollada lentamente a través de ejercicios diarios, como los mencionados a continuación.
Antes de comenzar a realizar estos ejercicios, busque un lugar cómodo y de su agrado donde este solo y no sea interrumpido o molestado por nadie.
Respire profundamente unas cuantas veces y comience:
Los Siguientes ejercicios deberán ayudarle a desarrollar su concentración
Ejercicio Nº 1:
Elija algún pensamiento o idea sobre algo en particular e intente “sostenerlo” en su mente (piénselo) la mayor parte de tiempo que pueda, hasta que otros pensamientos invadan su cabeza. Contrólelo con algún reloj para una mejor exactitud.
Una rutina diaria durante 10-15 días donde al menos intente enfocase en ese pensamiento durante 10 minutos será suficiente para empezar.
Ejercicio Nº 2:
Tome un libro y empieze a contar todas las palabras en algún párrafo (o conjunto de párrafos). Cuéntelos una vez más para verificar su exactitud. Lógicamente, cuando más tiempo pueda estar realizando esta tarea y con menos errores lo haga, mejor será su habilidad para concentrarse.
Ejercicio Nº 3:
Agarre algún objeto (Ej.: un cuchillo o tenedor). Y concéntrese en el mismo y nada más que ese objeto. Mírelo desde todos los puntos de vista posibles, sienta con sus dedos y manos la superficie del mismo al tacto, ¿desprende algún aroma? ¿Emite algún sonido?. “Vuélvase uno” con el objeto, alcanzando una máxima concentración.
Ejercicio Nº 4:
Esto podría considerarse como una especie de “meditación”. Solo acuéstese en su cama, y relaje todo su cuerpo, respire profundamente y concéntrese en sentir a su “organismo funcionar”. Para empezar, enfóquese en sentir los latidos de su corazón. Piense como este órgano va “empujando” a la sangre a través de todo su cuerpo. Si quiere y le es de ayuda puede intentar imaginar visualmente como se llevaría a cabo todo este proceso.
Ejercicio Nº 5:
Ponga a prueba su concentración con esta pequeña actividad que solo necesita un reloj. Siéntese en una silla y ponga su mirada y atención a seguir el movimiento de la aguja del reloj que marca los segundos.
No solo el “truco” está en poder “aguantar” la mirada en la aguja, sino de que durante los minutos que le quiera dedicar a este ejercicio, mantenga su mente libre de pensamientos “intrusivos”.
Estos simples ejercicios, combinados, y realizándolos de forma periódica durante un lapso considerable de tiempo, produce una mejor atención y concentración de nuestra mente.
cool
ResponderEliminarmuy interesante creo que sera de muy buena ayuda
ResponderEliminarmuy interesante creo que sera de muy buena ayuda
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