Para tener una vida larga y saludable, la alimentación es una poderosa herramienta. Consumir los nutrientes necesarios de una manera equilibrada nos ayudará a mantener nuestro cuerpo en buenas condiciones, estar llenas de energía y vivir al máximo.
Aunque nunca está de más darse un gusto, algunos hábitos alimenticios podrían jugarnos una mala pasada con el transcurrir de los años.Conoce ocho cosas en las que debes pensar al momento de comprar, cocinar y consumir tus alimentos.
1. Dile sí a lo verde
Los vegetales y frutas son lo mejor si deseas tener una alimentación más saludable. Sus beneficios son variados como ayudar a limpiar el organismo, proveernos de fibra, se digieren fácilmente, nos nutren con sus vitaminas y retrasan el envejecimiento.
2. Reduce el consumo de carne
La carne es parte importante de la dieta pues otorga las proteínas, hierro y algunos minerales necesarios para nuestro desarrollo. Sin embargo, abusar de su consumo es dañino pues también puede generar enfermedades del corazón, colesterol alto, entre otros. Lo mejor es consumirla máximo dos veces por semana.
3. Prefiere lo integral
Los granos enteros ayudan a prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2 por lo que debemos incorporarlos a nuestra dieta. Además, los alimentos hechos con harina integral son más nutritivos al contener antioxidantes, vitamina B, grasas saludables y fibra.
4. Amístate con el agua
Estar hidratada ayuda a tu cuerpo por dentro y por fuera. Tu piel se ve más saludable, tu energía aumenta, evitas los dolores de cabeza, mejoras la digestión, etc. No es lo mismo hidratarte con agua que con gaseosas, jugos azucarados y bebidas energéticas porque estas no tienen los mismos beneficios del agua pura.
5. Disfruta de las nueces
Si tienes hambre a mitad de mañana, elige consumir algunas nueces y frutos secos. Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que los que comen nueces disminuyen el riesgo de mortalidad en un 20%. Son una gran fuente de grasas saludables y antioxidantes.
6. Conoce lo que consumes
Entre más conozcas lo que introduces a tu cuerpo, mejor será para tu salud. Para eso, la solución es que evites las comidas preparadas optando por cocinar tú en casa. Además, las comidas procesadas o enlatadas que venden en los supermercados suelen tener preservantes aunque aseguren ser 100% naturales. Entre más ingredientes aparezcan en la etiqueta, serán peores para ti.
7. Consume menos azúcar
A veces no podemos resistirnos a comer un dulce y no tiene nada de malo, el problema es cuando lo haces en exceso. El azúcar no solo te hará ganar unos kilos sino que puede dañar tu corazón y afectar al hígado. Si quieres darle un toque dulce a tu vida, opta por la miel o a cocinar con stevia.
8. Busca nuevas fuentes de calcio
Con el paso del tiempo, a nuestro cuerpo se le hace más difícil asimilar los productos lácteos y aparecen problemas como intolerancia a la lactosa o irritaciones en el sistema digestivo. Sin embargo, los lácteos son una buena fuente de calcio el cual debemos consumir en otros alimentos para tener la dosis necesaria como espinaca, col, almendras y sardinas.
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