Llegar tarde a una entrevista laboral es una de las primeras cosas a evitar cuando estás tentando un nuevo empleo. La primera impresión que dejas al hacerlo no siempre es la más favorable y tus posibilidades de conseguir trabajo se ven reducidas por este detalle. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para manejar esta situación embarazosa cuando se torna inevitable.
1. No caigas en el pánico
Definitivamente, el hecho de llegar tarde a una entrevista de trabajo puede asustarte. Pero no lo hagas. El miedo bloqueará tu mente y, frente a esa situación, solo querrás darte por vencida. Tranquila, quizás tu entrevistador sea algo razonable y deje pasar este hecho.Cálmate y no te rindas.
2. Llama a tu entrevistador
Asegúrate de tener contigo el nombre del entrevistador y su número de teléfono antes de salir de casa. Incluso si es que sales temprano a la entrevista, ya que cualquier cosa puede suceder en el camino. Si sucede algún imprevisto con el tráfico o algo similar, llámalo antes y no después.
3. Tranquilízate antes de entrar
Lo más probable es que quieras entrar lo más rápido posible a la entrevista para tratar de compensar tu tardanza. Sin embargo, si ingresas así, solo demostrarás pánico y nerviosismo, lo que podría afectar tus potenciales respuestas. Tómate unos 10 segundos y respira.
4. No ofrezcas una larga explicación
Quizás has preparado una elaborada historia en tu mente para justificar tu tardanza. Sin embargo, no olvides que la falta ya está cometida y lo que menos deseas es que tu impuntualidad sea lo único que tu entrevistador recuerde de ti.
5. En cambio, ofrece unas disculpas
Esto es fundamental: siempre debes pedir disculpas si llegas tarde a una entrevista laboral. Si no lo haces, el entrevistador podrá creer que no respetas los tiempos de otros. Salúdalo al llegar, dale un buen apretón de manos y mantén un buen contacto visual.
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