Dejar atrás tu casa para iniciar una nueva etapa de tu vida al lado de tu pareja es una decisión importante. Y aunque al principio estés entusiasmada y sueñen con tener su nidito de amor para ser felices, debes detenerte a reflexionar para que todo salga bien.
Si este es tu caso, piensa en estas preguntas antes de comenzar a empacar.
1. ¿Qué tan seria es nuestra relación?
Mudarse juntos es un gran paso que no debe tomarse a la ligera. Al inicio de la relación siempre todo es color de rosas y sientes que estás al lado del amor de tu vida. Si vas a dejar que esos sentimientos sean determinantes al momento de decidir si te mudas o no, vas por mal camino. Lo mejor es tener una relación más estable a la que ambos le vean un futuro a largo plazo.
2. ¿Nos alcanzará el dinero para cubrir los gastos?
Hay quienes piensan que lo único que importa es el amor y lo demás se verá en el camino. Pero ese amor no pagará la luz, el alquiler, la comida, etc. Antes de vivir junto a tu pareja, siéntense y conversen sobre los gastos, sus deudas y si de verdad les alcanzará para cubrir con todo lo necesario y no vivir ajustados.
3. ¿Qué tanto lo conozco realmente?
En la intimidad del hogar es cuando se conoce al 100% a una persona. Él puede ser muy atento y una gran persona cuando está contigo pero no sabrás cómo se comporta en su casa hasta que lo veas personalmente. Pasa un poco de tiempo con él y con su familia para que te des algunas pistas.
4. ¿Qué tanto tendré que ceder?
Si eres de las mujeres tercas, la convivencia se te hará un poco difícil. Cuando salgas de tu realidad y empieces a compartir tu vida con otra persona, esas decisiones que tomabas sola para tu beneficio ahora tendrán que ser evaluadas y discutidas por ambos para llegar a un acuerdo que sea bueno para ustedes como pareja. La paciencia será tu mejor aliada mientras aprendes a dar tu brazo a torcer.
5. ¿Cómo reaccionamos ante las discusiones?
¿Ya han tenido su primera discusión fuerte como pareja? Ese tipo de situaciones los ayudarán a darse cuenta su forma de actuar frente a este tipo de momentos incómodos. Ten en cuenta que si viven juntos estas peleas pueden ser más frecuentes y, si no sabes cómo manejarlas sin perder el control, debes pensarlo dos veces antes de mudarte.
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