Es hora de mirar el lado bueno de las cosas. Verás cómo cambia tu semana.
Es compartido popularmente que el repetir mensajes que te animen en tu mente, te lleva a pensar positivo.
Si cada día te cuesta más ver el lado bueno de las cosas, te animamos a que practiques estos 5 pensamientos. Puedes anotarlo o poner un recordatorio. Mantenlos en tu mente, y verás como tu perspectiva de las cosas cambia:
1. Hoy todo saldrá bien
Es fácil, cuando eres una mujer ocupada, sea en tu casa, universidad o trabajo, caer en desesperación.
Puede que tengas tantas cosas que hacer, que te agobias apenas despiertas. Disfrutas un segundo, pensando en lo bien que dormiste, pero te golpea la lista del día en la mente y ya quisieras que fuera mitad de la noche, para dormir más.
Pues tienes que relajarte. Da lo mismo cuantos deberes tengas, o si tendrás que correr para llegar, o si alguien se comió tu desayuno (¡auch!). Debes declarar que no importa lo que esté pasando, el día aún tiene más por mostrarte. Y ¡hoy será excepcional! Mantén tu mente abierta a sorprenderte, y no te alteres de más.
2. Eres valiosa
Muchas veces te pasas la vida pensando que no vales ni la mitad de cosas buenas que te pasan. Pues no: mereces todo lo bueno. Tú sabes más que nadie esto. Debes tener en cuenta esta verdad, pues no importa si el resto lo sabe. Mientras tú no estés consciente de ello, no sirve de nada. Cuando tengas un pequeño triunfo en tu día, reconoce que fue fruto de tu esfuerzo. Pues si no te lo repites, nunca podrás ver…
3. El lado bueno de las cosas
Así de simple. Deja de mirar el vaso medio vacío. La verdad, tampoco se trata de ser ilusa. Es sobre ser objetiva. Ya dicen por ahí que no hay mal que por bien no venga, y está comprobado.
4. Agradece lo que tienes
Ayer tomé un bus equivocado a casa. Salí justo a la hora de mi trabajo e, increíblemente, había un autobús apenas bajé del edificio. Lo tomé muy emocionada, pues se demora regularmente. Además, no había tanto tráfico e iba rápido. Quería aprovechar el tiempo y llegar temprano a casa, por lo que estaba muy contenta. Y, de repente, caí en la cuenta: el autobús nunca dio la vuelta donde lo hacía, había tomado otro, que me desviaba de mi camino.
En un comienzo estuve furiosa. Pero donde me bajé, había primero un hombre tocando el saxofón de manera maravillosa. Luego, otro chico con su guitarra presentando melodías que me encantaban. Y, para no atascarme en el tráfico, decidí caminar por un lugar que estaba lleno de árboles, y no corría mucho viento, iba cantando en mi mente…
5. Deja de quejarte por todo
Se asocia al punto anterior. Mientras estemos constantemente pensando en lo malo de las cosas, no podremos sentir que es algo bueno, que nos marcará positivamente en algún momento. Sal de tu cabeza quejumbrosa, que finalmente ahoga tanto a ti, como a los que te rodean.
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