•Contra la hipertensión. Investigadores de la Universidad Estatal de Florida han demostrado que la sandía es un arma eficaz contra la hipertensión, sobre todo en sus primeros estadios, ya que contiene L-citrulina, un precursor de la L-arginina, el aminoácido necesario para la formación del óxido nítrico. El óxido nítrico es un gas con efecto vasodilatador que se ocupa de regular el tono vascular de las arterias y mantiene una tensión arterial saludable. De hecho, la sandía se ha identificado como el alimento con mayor contenido en L-citrulina.
•Arterias sanas. Un estudio reciente ha revelado que el zumo de esta fruta veraniega reduce la aterosclerosis (el estrechamiento de las arterias) si se consume de forma continuada durante al menos 8 semanas. Además, en este mismo experimento se comprobó que esta refrescante bebida reduce las concentraciones de colesterol en sangre.
•Después de hacer deporte. Para los atletas, la mejor bebida para recuperarse tras el ejercicio físico es el zumo de sandía, tanto por sus propiedades antioxidantes como por su capacidad para incrementar la proteína de los músculos. Además reduce el dolor muscular.
•Menos probabilidad de cáncer. La sandía contiene licopeno, una sustancia química antioxidante responsable del color rojo de las frutas y verduras que, entre otras cosas, ayuda a reducir la incidencia de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de próstata, de esófago, de estómago y de colon.
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