El 29 de enero de 1998, en California, EE.UU, una adolescente de catorce años fue encontrada muerta en un terreno baldío, con las cuencas vacías. Cuando se la examinó se encontraron, marcados en su barriga, tajos que escribían “Lucky, the clown” con caligrafía errante. Debido a que en la escena del crimen no se encontraron más indicios, el caso quedó abierto.
Un año después, en 1999, un caso similar conmocionó al pequeño pueblo canadiense de Percé. Si bien no se dieron detalles del asesinato, una testigo dijo haber visto un payaso de muy mal aspecto al lado de la casa en la cual se encontró el cuerpo de la joven de 17 años.
Nuevamente, se documentó que en la noche del 21 de enero del 2001 en Sevilla, España, un trabajador rural escuchaba gritos infantiles cuando decidió llamar a la policía. Cuando ésta llegó al lugar, se encontró el cadáver de un niño de diez años con las extremidades cercenadas en su cama. Los padres del chico, creyendo que éste estaba suficientemente grande y que no haría falta una niñera, confiaron en dejarlo solo unas horas mientras ellos se divertían. Lo curioso del caso es que se encontraron unos zapatos de payaso. Éstos tenían una etiqueta con la leyenda “Lucky, the clown”.
Dos años luego, unas cámaras de seguridad en Buenos Aires, Argentina, registraron el asesinato de un joven por parte de un caricato, que correspondía con las descripciones de la testigo de años atrás.
En un tópico de 4chan que trataba de Lucky, el usuario Demon1445 dio a conocer fotos de los asesinatos. Este hombre venía investigando el caso y comunicó a los internautas que hubieron muchísimos más crímenes perpetrados por éste psicópata.
En el 2007, habiéndose dado casos en México, Europa, Australia, Chile y los sitos anterior nombrados, un foro en la DeepWeb (en inglés) tuvo un posteo de un usuario que dio a conocer la “verdadera historia del payaso asesino Lucky”:
<<Lucky trabajaba en un circo. Era un tipo fracasado, no tenía familia y era acusado de abusar sexualmente de cantidad de niños y adolescentes.
En 1995 hizo un ritual, un pacto con Satanás. Consistía en dar su cuerpo para asesinar masivamente a cambio de beneficios desconocidos. Como parte del trato, debía suicidarse…
Él es un espectro, un fantasma, un mounstro. Algo completamente despiadado, imposible de explicar. Ya asesinó a miles de chicos: yo estoy destinado a formar parte de la larga lista. Él vive torturándome cada noche; busqué ayuda, pero sólo recibí unos calmantes y medicación psiquiátrica variadísima. Creen que estoy loco, pero él es real, muy real.
Adiós, me despido, mi final está cerca. Estoy asustado, muy asustado, pero no hay nada que pueda hacer para cambiar mi cruel destino.>>
Dos días después, se encontró al chico de 19 años completamente herido, cortado en trozos, literalmente.
Los asesinatos continuaron, y hasta el día de hoy no se encontró a un culpable.
Historias de la vida real.. muy buena.
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