lunes, 22 de diciembre de 2014

Maneras de menorar el dolor

Hola, dejo este post sobre maneras poco conocidas de disminuir el dolor en muchas situaciones cotidianas. Espero lo lean completo y si les gusta, lo compartan.
Cada vez que una persona se quema con una taza caliente, o se pega en el dedo con el borde de una mesa, anhela que el dolor desaparezca rápidamente. Y, por lo general, cuando esto ocurre tiende a poner la parte quemada bajo un chorro de agua o aguantar por minutos el dolor del golpe.


Sin embargo, la ciencia nos enseña que existen otras curiosas formas de aliviar los dolores como, por ejemplo, comer chocolate o escupir saliva. 

Para que tengas en cuenta estas insólitas maneras de frenar el dolor, no dudes en revisarlas en detalle a continuación. 



Consumir chocolate o tomar agua.



De acuerdo a una investigación de la Universidad de Chicago (EEUU), publicado en la revista Journal of Neuroscience, comer 50 gramos de chocolate negro -o tomar una taza de chocolate caliente- o beber agua ayuda a que un dolor producido por el calor desaparezca. 
Pese a ello, expertos de la Universidad de Michigan (EEUU) advirtieron que en caso de padecer cefalea el chocolate no es conveniente, ya que la tiramina contenida en este alimento podría propiciar los ataques de migraña. 


Mirar a tu media naranja.


Según Sean Mackey, de la Universidad de Stanford (EEUU), el amor es un eficaz analgésico. 
Lo anterior lo determinó tras estudiar en 2010 el cerebro de estudiantes enamorados, por medio de un escáner de resonancia magnética funcional, mientras eran sometidos al dolor. 
Luego de esta prueba, comprobó que la magnitud de alivio del dolor cuando vemos las fotos de un ser amado es parecida a la morfina. Precisamente, el amor permite reducir el malestar de una persona mediante el núcleo accumbens, el centro de la recompensa en el cerebro. 


Cruzar los brazos. 


Un estudio de la University College de Londres (Inglaterra), publicado en 2011 en la revista Pain, concluyó que cruzar los brazos tras sufrir una quemadura o recibir un golpe en las manos permite reducir el dolor. 
Esto, según el informe, pues al cruzar las extremidades superiores sobre el cuerpo el cerebro confunde el origen del dolor: “En otras palabras, el gesto engaña al cerebro”, indicaron en la publicación española. 


Decir malas palabras (Groserías) 


Por más extraño que parezca, decir groserías reduce la intensidad del dolor que sufre una persona.
Así lo sugirió un estudio publicado en 2009 por Richard Stephens, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Keele (Inglaterra), el cual demostró que proferir groserías permite resistir por más tiempo el dolor generado al meter las manos en un recipiente lleno de hielo durante 40 segundos.

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